El Enano, como le decían sus amigos Lennon, Tony y Chiche, tenían en mente una cuestión muy clara: el mundo se había echado a andar por carriles equivocados. Los de la desigualdad, la injusticia y la inequidad. Y no se iban a quedar con los brazos cruzados: «Teníamos la certeza absoluta de que estaba viviendo un momento único, una situación política que difícilmente iba a repetirse», explica Echagüe.
El relato de «Pibes» es crudísimo: pocos libros cuentan en detalle la forma en la que los jóvenes militantes ligados a Montoneros vivieron la experiencia revolucionaria de una de las décadas de más conmoción política de la historia argentina. Y en primera persona: Echagüe volvió de su exilio en 1984 y desarrolló una labor periodística en medios como Perfil, Página 12, la revista Humor, además de los libros más venidos de investigación de la década del 90.
Pero tenía una cuenta pendiente: contarlo todo. Desde la tremenda depresión que sólo la soledad del exilio puede dar, hasta infantiles sanciones de Montoneros a sus militantes. Aquí, Echagüe cuenta un poco esta suerte de resaca emocional, con la prudente distancia que más de 40 años pueden aportarle a una de las heridas más grandes que la historia nacional haya conocido.