Publicado en Yahoo Noticias
El negocio del fútbol disparó toda una discusión en la política y dividió a la sociedad en dos, allí por agosto de 2009: los que apoyaron el plan gubernamental de hacer libres y gratuitas todas las transmisiones, y quienes se opusieron catalogándolo de «pan y circo». Pero el proyecto, más allá del cuestionado piso de inversión de siete mil millones de pesos que tuvo, no es sólo un tópico económico sino también político: ¿cómo usó el gobierno las transmisiones de Fútbol para Todos en el marco de la propaganda gubernamental?
Lo que en un comienzo arrancó siendo una discusión por la número 5 derivó inmediatamente en una cuestión de política económica: millonarios fondos de presupuesto nacional se invirtieron en fútbol. «Sólo para tener dimensión, en 2014 se gastó cinco veces más en fútbol que en combatir el narcotráfico, o con los 7.000 millones de pesos que se llevan gastados en el programa de podría haber dejado en perfectas condiciones el ferrocarril Sarmiento», explican Bernardo Vázquez y David Cayón en «Fútbol para Todos: la política de los goles».
La investigación mete las manos en las entrañas de los negociados más oscuros, y destapa cómo negoció Cristina Kirchner con una de las figuras que han oficiado como constante en el deporte (y la política argentina): Julio Humberto Grondona.
Aquí, los autores cuentan los pormenores, las impactantes cifras y la lucha de egos entre Cristina Kirchner y Marcelo Tinelli que frustró lo que podría haber sido un gran negocio para ambas partes.
– Grondona fue designado en 1979 como titular de la AFA. A partir de allí atravesó todos los gobiernos, militares y democráticos, que experimentó la Argentina. Ustedes señalan que, a pesar de esto, nunca pudo establecer un vínculo tan aceitado como con este Gobierno. ¿Por qué?
– La referencia tiene que ver, especialmente, con haberse convertido en un aliado estratégico a partir de la creación del Fútbol para Todos. Durante toda la extensa presidencia de Grondona, en ningún momento fue socio directo del Estado para las transmisiones de los campeonatos, que estaban bajo el poder de privados. Hoy, AFA funciona como una secretaría dependiente del Poder Ejecutivo, que le destina partidas presupuestarias como a cualquier otro sector. De allí que se hable del vínculo aceitado, que se confirma públicamente cuando Grondona y dirigentes de AFA concurren a actos organizados por la Rosada, o viceversa.
– ¿Podrían explicar cómo estaba conformado el negocio antes de Fútbol para Todos, y cómo quedó configurado el mapa después? (derechos de transmisión, producción, comercialización, etc.)
– El negocio de la televisación del fútbol argentino lo compartían en partes iguales el Grupo Clarín y Torneos y Competencias, a través de la firma TSC (Televisión Satelital Codificada). AFA, en 2009, y tras reunirse con el Gobierno, rescinde su vínculo con dicha empresa, que vencía en 2014. Con el Estado cierra un nuevo contrato hasta 2019, que hoy transcurre por la mitad y que ya demandó 6.127 millones de pesos de costos, sin ingresos casi porque se cerró el ingreso de la pauta de privados. La producción corre por cuenta de La Corte, empresa acercada por el Gobierno y que se encargaba de trabajar en los actos oficiales. Esos costos son difíciles de mensurar, ya que no son públicos en su mayoría.
– ¿Qué relación tiene Cristina con Julio Grondona? ¿Qué pactaron en Olivos con Cristina, y qué aceptó?
– En el encuentro en el que cerraron la creación del Fútbol para Todos se dio el siguiente diálogo: Cristina le preguntó cuánta plata necesitaba, y Grondona respondió categórico: «500 millones de pesos». Cristina replicó: «Te vamos a dar 600 millones, pero no nos uses para negociar con Clarín». Cabe recordar, Clarín y TyC pagaban 241 millones por año.
– «Políticamente, fue un éxito innegable. Financieramente, un gasto irrecuperable», dicen ustedes en el libro. ¿Podrían explicar esto en números?
– Políticamente, la difusión de spots propios en los partidos le permitió al Gobierno asegurarse minutos clave para exponer sus logros de gestión, por ejemplo. En cinco años, el Gobierno utilizó 1,5 millón de segundos para pauta propia. Financieramente, el gasto es irrecuperable porque se gastaron más de 6.000 millones de pesos y no ingresó dinero de privados.
– Desde que se firmó el contrato entre el Gobierno y la AFA, en agosto de 2009, ¿cómo fueron los números pautados, los pagos, y los balances del acuerdo hasta el día de la fecha?
– En 2009 se pagaron 600 millones de pesos, en 2010 854 millones, en 2011, 879 millones, en 2012, 1182,7 millones, en 2013, 1.201, 5 millones y en 2014, 1.410 millones.
– La transmisión de la Copa Argentina, ¿le significó una pérdida al Gobierno?
– No fue una gran pérdida. En realidad, tampoco generó ingresos propios. Pero el Gobierno se mantuvo bastante ajeno al tema, más allá de darle pantalla en Canal 7.
– ¿Cuál fue la concepción de «Fútbol para Todos» antes de convertirse en el «aparato de propaganda oficial» que ustedes denuncian en el libro?
– La idea fue encontrar un punto por donde golpear a Clarín, poco después de ser promulgada en el Congreso la Ley de Medios. La concepción genuina, según la Presidenta, fue que se convirtiera en un producto rentable y que el excedente se destinara a la promoción de los deportes olímpicos. Esto nunca sucedió. El Gobierno pensó que el fútbol era un negocio fabuloso, cuando las empresas dicen que, si bien es un buen negocio, es difícil solventarlo sin perder dinero.
– ¿Qué rol juega Macri en todo este «toma y daca» entre fútbol y política?
– Macri sigue siendo el hombre fuerte en Boca, habiendo puesto al presidente actual, Daniel Angelici, delfín suyo en el PRO. No más que eso, pero su figura en Boca sigue siendo muy relevante. El PRO, de a poco, también va nutriendo de dirigentes a River, Racing e Independiente, entre otros.
– Si tuviesen que decir en qué se beneficia y en qué se perjudica cada una de las partes, ¿qué gana y qué pierde tanto el Estado como los clubes con el Fútbol para Todos?
– El Estado gana al tener un espacio ideal para promocionar su gestión, sin gastar dinero. Sin embargo, pierde ante la opinión pública al destinar fondos que nunca son recuperados al fútbol. Los clubes han tenido un importante crecimiento en el dinero que cobran anualmente, especialmente los más chicos. Sin embargo, su mala administración y el hecho de que la AFA distribuya el dinero discrecionalmente, los perjudican notablemente.
– ¿Cuál fue el principal punto de desacuerdo con Tienelli para que se frustren las negociaciones? ¿Qué pasó allí?
– El quiebre con Tinelli fue cuando intervino Máximo Kirchner, en representación de la Presidenta y frenando el intento de Jorge Capitanich. Cristina habría dicho: «Saquen a Tinelli… se cree que tiene más poder que yo».